¿Habéis oído alguna vez eso de: “nunca te acostarás sin saber una cosa más”? Es cierto. Cada día aprendemos algo nuevo, por pequeño que sea. Precisamente sobre esto trata la entrada de hoy. Os vamos a enseñar algunas curiosidades que seguro que no sabéis.
¿Por qué el cielo es azul?
El cielo es azul por la interacción de la luz solar con la atmósfera terrestre. La luz solar tiene los mismos colores que la del arcoíris. La mayoría de estos colores llegan directamente a nosotros, sin embargo, el azul y violeta se desvían. Al desviarse chocan con las partículas de aire variando su trayectoria, llegando hasta nosotros desde todos los lados como una fina lluvia. Esta desviación nos hace pensar que el color del cielo es azul, ya que el ojo humano percibe mejor este color que el violeta.
¿Beben agua los peces?
Para responder a esta pregunta tenemos que distinguir entre:
Los peces de río: El agua que necesitan estos peces entra a través del cuerpo. Por lo tanto, no beben agua.
Los peces de mar: Aquí la cosa cambia. En estos peces el agua tiende a perderse, a filtrarse al exterior a través de su piel, ya que el mar tiene mayor salinidad que sus líquidos internos y podrían deshidratarse. Para evitar este hecho estos peces sí deben beber y de hecho lo hacen continuamente.
¿Por qué somos más altos por la mañana que por la noche?
Nuestra columna vertebral contiene unos cartílagos entre las vértebras que a lo largo del día se van comprimiendo debido a la presión ejercida por el peso de nuestro cuerpo. Por eso, a última hora de la noche solemos medir uno o dos centímetros menos. Pero luego, durante la noche se expanden, al no tener que soportar el peso del cuerpo, por lo que al levantarnos recuperamos nuestra altura real.
¿Por qué se escucha el mar en una caracola?
Se trata de una ilusión acústica. Provocada por un curioso fenómeno relacionado con la circulación de la sangre, que nada tiene que ver con el murmullo de las olas. Lo que realmente oímos es el fluir de nuestra propia sangre en la cabeza. Cuando nos ponemos una caracola en la oreja el interior de la concha actúa como un potente altavoz amplificando el sonido de la sangre que circula por lo vasos de nuestro sistema auditivo. El fenómeno es producido por la corriente de aire que entra en la caracola. Al rebotar en sus paredes, las hace actuar como la caja de resonancia de una guitarra en el momento de pulsar las cuerdas.
Y para terminar una curiosidad que podéis intentar ahora mismo.
Si tapas completamente tu nariz con tus dedos, es imposible tararear con la boca cerrada (cantar haciendo "hmmmm").
¡Feliz domingo!
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