Ya hemos hablado en alguna ocasión del gran problema que suponen los plásticos para nuestros océanos y de la enorme "Isla de Plástico" que se ha formado en el Pacífico, aunque ya sabéis que no es una isla realmente.
Los periódicos le llaman “isla de plástico” a un área del mar que tiene una mayor concentración de plástico que el resto de las aguas del planeta. Parte de la basura son residuos tirados desde barcos pesqueros o plataformas petrolíferas y un 10% corresponde a redes de pesca rotas, pero la inmensa mayoría de la masa de desperdicios está compuesta por miles de millones de diminutos trozos de plástico que flotan cerca de la superficie marina y que vienen de tierra firme.
La mejor manera de ser respetuosos con el medio ambiente es reducir el uso de plástico. A continuación, algunos consejos para ello:
– Acudir al supermercado con bolsas reutilizables (por ejemplo, de tela o las que llevan tiempo ofreciendo los propios establecimientos) o con un carro de la compra, que, además, facilita su transporte.
– Usar bolsas de tela o de papel para llevar el pan. Así, además, no se ablandará.
– Usar tarteras para guardar o transportar alimentos. No es necesario envolver todo en papel de plástico o de plata.
Reducir el consumo de otros envases puede resultar más complicado pero no está de más ofrecer algunos consejos:
– Evitar comprar botellas si se puede transportar el líquido en termos, cantimploras o reutilizando una botella.
– No comprar productos que vienen envueltos de manera innecesaria. Por ejemplo, los huevos envueltos en plástico o las frutas y verduras en bandejas de poliespán.
– Optar por el producto que viene en un paquete ecológico.
– Reutilizar, dar otro uso a los envases: por ejemplo, guardar cosas en cajas de cartón o plástico.
– Reciclar: en último caso, si no encontramos ninguna utilidad para el envase, reciclarlo.
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